La visión de Daniel Vidart

11/Abr/2011

Semanario Hebreo, Ana Jerozolimski

La visión de Daniel Vidart

7-4-2011 (Ana Jerozolimski)
Su nombre es garantía de sabiduría y argumentación fundamentada en profunda lectura, de la que se hace absorbiendo el contenido e incorporándolo plenamente..no de la que pasa sin dejar huellas. Por eso, nos quedaríamos cortos si lo presentáramos como “el antropólogo y escritor”. Daniel Vidart es multifacético, original, profundo y valiente, por sus variados escritos y por su estilo tan poco común.
Siempre lo vimos como un gigante..A pesar de ello, nos permitimos tutearlo, porque nos honra haber heredado la amistad que lo unía a papá, José Jerozolimski (Z”L), y que hoy nos enriquece.
P: Daniel, debo admitir que es difícil decidir por dónde empezar…podría entrevistarte durante horas y horas y llenar libros enteros…Pero inevitablemente, tengo que limitar el marco “de acción”. Empezaré pues combinando a Uruguay e Israel, desde un punto de vista muy concreto. ¿Cómo evalúas tú la forma en que se ve a Israel desde Uruguay? Y te lo pregunto porque has escrito artículos con mucha información histórica que va más allá de interpretaciones y de sentimientos subjetivos, y te has convertido con eso en foco de sendas críticas…
R: Para empezar, deseo distinguir entre mi opinión y la de los ciudadanos del Uruguay acerca de la legitimidad de la existencia del Estado de Israel. Es imposible intentar una evaluación a ojo de buen cubero para comprobar si prima un apoyo o un rechazo generalizado a su existencia. Pero me animo a decirte que, a mi juicio, la enorme mayoría de nuestros compatriotas no quiere ahogar en el Mediterráneo al pueblo que lo habita y las autoridades que lo rigen, como muchos islamistas, vehementemente, lo desean. Si bien caben críticas, a veces más que justificadas a los frecuentes desaciertos del gobierno – que es un ente pasajero, distinto a la permanencia que reclama la viabilidad de un Estado-, negarle a Israel un lugar bajo el sol constituye un desatino. Nuestro país, representado ante las Naciones Unidas por la persuasiva y elocuente oratoria de Enrique Rodríguez Fabregat, un insigne compatriota digno de ser recordado, apoyó su creación a mediados del pasado siglo. Los partidos tradicionales y sus dirigentes, casi unánimemente, simpatizan con Israel. Buena parte de la izquierda lo fustiga, y a veces muy duramente, y no solo por sus procederes sino  porque lo consideran como un incondicional aliado del maléfico “imperialismo norteamericano”. A veces las frases hechas valen más que todo un discurso. Por mi lado, y en mi calidad de antropólogo que ha caminado por el mundo y conocido distintas culturas, he puesto mucho interés en el estudio de la problemática política, económica y cultural – ésta incluye la vertiente teológica, a tener muy en cuenta- del Cercano y Medio Oriente. Mantuve, desde muy temprano en mi vida, contacto con buenos amigos musulmanes. Un hermano mío, que los frecuentó desde muy niño, aprendió a hablar el árabe. Leí con ellos el Corán y discutimos acerca de los Pueblos del Libro y sus distintos monoteísmos. Me precio de saber algo más que el común de los compatriotas acerca del Islam. Fui, cuando dirigía el Departamento de Antropología de la Facultad de Humanidades, profesor de religiones comparadas. Poseo una bibliografía extensa sobre las civilizaciones semíticas – las de los árabes y judíos – que de continuo consulto. Pero no me considero un maestro en esta ni en ninguna materia, sino un perpetuo aprendiz. Deseo intercalar aquí una advertencia, Anita, para disipar inveteradas y frecuentes ignorancias. Se debe distinguir entre el Gran y el Pequeño Yihad. Yihad, en árabe, significa “esfuerzo” y no Guerra Santa. El grande, al- Yihad al- akbar, se refiere al esfuerzo por ser mejores, al cultivo íntimo de las virtudes. El pequeño esfuerzo, al- Yihad al-asghar, era el de la espada. Hoy es el de los mártires y la bomba. Supongo que Muhammad, el Profeta, el Misericordioso Enviado de Alá, no podría concebir ni aprobar la espantosa y alevosa mortandad provocada por estas carnicerías. Termino ya esta larga disquisición y prometo ser breve en las otras contestaciones. Como bien dices escribí el pasado año una serie de artículos sobre estos temas. Críticos furibundos han embestido mi persona y no rectificado mis afirmaciones, basadas en la cierta y no fabulada historia. Cuando dije que   no se censuraba públicamente a los egipcios que ahogan con agua y gas a los cientos de palestinos que transitan a su país por los túneles abiertos desde la Franja de Gaza y, contrariamente, estallaba un escándalo cuando el gobierno israelí cometía una chambonada o un atropello – muertes incluídas-,  me acusaron de estar a sueldo del Mossad.  A mayor abundamiento, y tu bien lo sabes, el vilipendiado Muro, uno entre los muchísimos que no se nombran – Arabia Saudí levanta un murallón de casi dos mil kilómetros para detener a los yemenitas, también musulmanes- evitó la reiteración de terribles atentados terroristas. Estos, triste es comprobarlo, fueron y son sistemáticamente silenciados, y por ende no censurados, por los dinosaurios estalinistas que aún respiran entre nosotros y, lo que es peor, por la prensa, radio y TV “progresistas” del mundo.
P: Bien recuerdo todos tus valientes y certeros argumentos…Y volviendo un poco hacia atrás, he visto meses atrás tu impresionante bibiloteca… allí están evidentemente las fuentes del saber… ¿Cuál es el en tu opinión la forma más clara de explicar el por qué del vínculo entre el pueblo judío y la tierra de Israel? ¿Por qué te parece que continúa oyéndose tan a menudo esa idea de que los judíos son extraños, invasores, y los árabes, los autóctonos?
R: Palestina fue un nombre dado por los romanos, para mofarse de los vencidos judíos al recordar la antigua invasión de los pueblos del mar, los cretenses, llamados  filistinos o filisteos. El Banco Palestino que funcionaba en el Uruguay era un banco judío. En New York los judíos publicaban el diario Palestine Post que hoy se llama Jerusalem Post. Decir que los israelíes, pertenecientes a la etnia  de los antiguos hebreos, mas de una vez expulsados de su patria ancestral, como consta en la Biblia y lo confirma la historia, son unos intrusos, es un disparate. Creo haber explicado bien este tema  en un documentado escrito. Los judíos y los árabes, llamados palestinos a partir de 1967, como ellos mismos reconocieron y yo trascribí en el mencionado estudio, compartían en el siglo XX, en el momento de crearse el Estado de Israel, un territorio que ojalá sea el escenario de un Estado Palestino, aun no existente pero que merece llegar a serlo y del Estado de Israel, que ya lo es y debe seguir siendo  de modo inalienable.
P: Medio Oriente está viviendo una época muy singular, que deja en claro que los problemas de la región no se deben a Israel, contrariamente a lo que durante décadas los gobernantes árabes intentaron demostrar. En tu opinión ¿lo que está pasando conducirá a democracias?
R: No hubo nunca democracia en los estados árabes o musulmanes que hoy están en ebullición. Lo que se plantea por poderosos  y temibles sectores islamistas es el retorno a las teocracias de la Córdoba de los omeyas y al Bagdad de los abássidas. Los países islámicos sacudidos por la revolución de las redes, que provocaron sangrientas rebeliones de los de abajo, los eternos postergados, no conocieron jamás un gobierno del pueblo para el pueblo. No imagino lo que va a salir de todo esto. Siento olor a petróleo.
P: Una pregunta sobre el Islam. El propio Korán tiene numerosas contradicciones internas, llamados a preservar la vida por sobre todo y a matar a quien piensa diferente..Esos choques internos se dan en muchos aspectos, en lo relacionado a la mujer, a su condición en la sociedad, a los castigos…En realidad, la voz cantante y extremista, la  presenta la minoría… y los musulmanes moderados o al menos que no aceptan que en nombre de Alá se exhorte al asesinato, se ofenden. Pero por otro lado, no se manifiestan contra los radicales. ¿Cómo caracterizarías tú al Islam?
R: El Islam concebido al estilo tremendista de Ben Laden desde al-Qaeda , “La Base” en árabe, nombre referido a la base de datos que manejaba aquel cuando en Afganistán trabajaba con la CIA, es distinto al practicado por los indonesios, que no son árabes y si musulmanes. El islamismo turco, soft al parecer, no es idéntico al que se empolla en las madrazas de futuros mártires en la Franja de Gaza. El islamismo de los campesinos iraníes es mas tranquilo que el de los radicales ayatolás. Pero, y es bueno traer a la memoria este recuerdo, cuando cayeron las Torres Gemelas hubo manifestaciones de júbilo en todo el mundo musulmán, sin distinciones.
P: ¿Crees que hay de por medio una guerra de civilizaciones?
R: No creo en la guerra de civilizaciones. Debemos temer, si, el violentismo teológico-político de los fedayines, o sea los “autosacrificados” palestinos, uno entre los tantos grupos terroristas  que procuran reinstalar, a sangre y fuego, los Califatos de otrora en la vieja Europa, y, de ser posible, en todo el mundo. Cuentan, entre otros recursos, como amenazaba Mu´ammar al-Qaddâfi, con los prolíficos vientres de sus mujeres para instalar un Estado Islámico en un país europeo a mediados del siglo.
P: Hace pocos días escuché una conferencia apasionante de un gran experto en el tema de anti terrorismo.Dijo que la tercera guerra mundial ya ha comenzado..y que el eje encabezado por Irán, está ganando…¿Estás de acuerdo?
R: No me animo a suponer que haya estallado la Tercera Guerra Mundial. Tampoco me consta que el presunto eje encabezado por Irán, que pregona la desaparición del Estado de Israel al igual que el Hamás, el Movimiento de Resistencia Islámico, haya emprendido una marcha triunfal, liderada en Sudamérica por el chavismo, y con esto me refiero al Presidente Chávez y no al Chavo del 8. Me interesa la historia presente, no la imaginada. La historia te da sorpresas, como en la canción. No puede predecirse. Intentarlo es pura ucronía. Y en la historia presente advierto que mientras Hamas y Al´Fatah, el harakat tahrir filistin , Movimiento de Liberación de Palestina, anden a los tiros entre si, y Hamas no reconozca la existencia del Estado de Israel ni a sol ni a sombra, y quiera acabar con los judíos, no podremos encontrar un firme interlocutor político que, emparejando  los pareceres de los refugiados en Gaza y los residentes en Cisjordania, enemigos islámicos jurados, acepte la pacífica y necesaria convivencia del Estado de Palestina, a crear, y el de Israel, que ya tiene más de seis decenios.
P: ¿Te preocupa el acercamiento de nuestro país a Irán?
R: Comerciar no es pactar. Chávez vende su petróleo a los EE.UU. y diariamente truena contra el capitalismo yankee, cuyo remotísimo antecesor extraterrestre acabó, según sus dichos, que escuche en la TV, con la civilización de los marcianos. Confío en la sagacidad, el buen tino y la cintura de nuestro Presidente. No venderá a ningún precio el rico patrimonio de los orientales.
P: Hay matices, creo yo, entre comerciar y vender el patrimonio de los orientales…Abstenerse en un tema de investigación de las violaciones de derechos humanos en Irán, como lo ha hecho nuestro país hace pocos días en el Consejo de DDHH de la ONU, no parecía una postura que honre la tradición diplomática uruguaya…
R: Estoy de acuerdo contigo. Cuando algo huele a podrido, como en la Dinamarca de Hamlet, no alcanza con taparse la nariz y mirar para otro lado. Recordemos que nos acaban de tirar de las orejas desde el exterior por no haber juzgado en tiempo y forma a los victimarios de la dictadura cívico militar. Los civiles caminan tan campantes entre nosotros, pese a ser tanto o más culpables que los dueños de los fierros. No olvidarlo. Yo no lo olvido. Si esta recriminación es tolerada sin pataleo por los timoneles de una democracia que amamos y procuramos, tesoneramente, perfeccionar entre todos, dado que la patria es de todos y para todos,¿ por que dar la espalda al sistemático desconocimiento de los DD.HH. practicado por una teocracia arcaizante? ¿ Por que callar los crímenes de un gobierno que desea incinerar a los judíos, realizando un Holocausto en forma, ya que niegan el practicado de los nazis?¿ Por qué no censurar mediante altavoces internacionales a un régimen que mata a los disidentes, que lapida a las pobrecitas mujeres violadas como si fueran las culpables de ese delito, que ningunea de modo feroz al género femenino, que asesina a los homosexuales, que mete presos a los artistas,literatos y cineastas que no lo aplauden, que muestra al mundo, televisión mediante, como una muchacha disidente es ahorcada por un forajido adicto al gobierno en una manifestación contra una sanguinaria tiranía? Lo malo de todo esto es que los hacedores de la opinión pública y decenas de gobiernos autodenominados políticamente correctos no le pidan cuentas a estos sátrapas, callen sus fechorías e invoquen el relativismo cultural para no meterse con sus sacrosantas costumbres. Al proceder así, al barrer la mugre debajo de la alfombra, revelan un infeliz desconocimiento de principios fundamentales para la perduración virtuosa de nuestra especie. Poco saben de antropología y menos de respeto a la vida, que es un valor universal.
P: ¿Y qué opinión te merece la política del gobierno respecto al tema palestino?
R: Los de afuera son de palo, como decimos los uruguayos. En esta instancia decisiva lo que importa, a mi juicio, es el face to face entre los legítimos interlocutores, es decir los dirigentes israelíes y palestinos. No obstante me pregunto que representatividad abarcante, plenaria, holística, puede tener la autoridad cisjordana, que procura encontrar caminos viables hacia la paz, si el Hamas de la Franja de Gaza, bomba en mano y misil al aire, grita a toda voz lo escrito en su Carta de Fundación: jamás reconoceremos el Estado de Israel, acabemos con los intrusos judios a la brava, la tierra palestina es exclusivamente nuestra, etc. Aplaudo todos los leales intentos que tiendan a la creación de un Estado Palestino, hoy inexistente, cuando las condiciones políticas y jurídicas estén dadas. Es de justicia. Será una garantía para la paz, tan deseada por muchos, tan demorada por unos pocos.
P: ¿Debo entender en tu planteamiento, que las condiciones-a tu criterio-no están dadas? Ese es uno de los argumentos contra la decisión del gobierno, aunque hay otros menos “jurídicos” y más propios del análisis político…
R: Me atengo a lo expresado anteriormente. En esta riña lo que cuenta son los gallos en la arena y no los apostadores y mirones. Podrán organizarse y realizarse decenas de conferencias, reuniones de expertos y asambleas de políticos, flechadas o no, sobre la necesidad de fundar un Estado Palestino, hoy, jurídica y política hablando, todavía en aguas de borraja. El poder, que nace del fusil como decía Mao, está en otras manos y habla por otras bocas. No cuentan las colas de ratón: solo importan las cabezas de león, es decir, las tratativas directas entre los que cortan el asado. Todo lo demás es retórica, con mucho de demagogia.
¿LA SOLUCIÓN?
P: ¿Cómo solucionarías tú el conflicto entre Israel y sus vecinos? Y a propósito no digo sólo israelo palestino, ya que este es una consecuencia del primero, mucho mayor…
R: No soy mago ni profeta. Un simple ciudadano de a pie no goza de superpoderes que impongan soluciones y den fin a los ásperos conflictos entre las naciones y los pueblos. Deseo si, ver prosperar en paz y armonía, cosa difícil hoy por hoy, a un proyectado Estado Palestino junto con el legítimo Estado de Israel. El parto será difícil. A lo mejor se debe recurrir a una cesárea.
P: Parto sin dolor, ya no será….ojalá que cuando nazca el niño en la práctica, todos tengan motivos para festejar, en paz. Muchísimas gracias por compartir no sólo tus conocimientos sino tu buen humor, tu tiempo y tu estilo tan singular.